El té verde, una bebida popular en China, Corea y Japón, es conocido por sus propiedades antioxidantes. Procede de la planta Camellia sinensis, originaria de Extremo Oriente y cultivada principalmente en Asia. El té verde tiene propiedades refrescantes, como mejorar el estado de alerta, estimular la concentración y favorecer la digestión y la micción. También contiene una alta concentración de L-teanina, un aminoácido con numerosas propiedades.
La oxidación natural del té verde se detiene tras la recolección, por lo que es rico en sustancias activas. Las hojas contienen flavanoles, formados principalmente por compuestos conocidos como «catequinas», que a su vez se dividen en cuatro categorías principales: epigalocatequina-3-galato (EGCG), epigalocatequina (EGC), epicatequina galato (ECG) y epicatequina (EC). El método japonés utiliza vapor para preservar los beneficios de las hojas, mientras que el método chino utiliza cubas para calentar las hojas.
El té verde contiene entre 21,38 y 228,20 mg de catequinas por gramo de materia vegetal seca, con un alto potencial antioxidante. Cuando se oxida, tiende a perder su potencial antioxidante, lo que la hace especialmente rica en polifenoles, que pueden reducir la inflamación y la formación de radicales libres en el organismo, protegiendo a las células del envejecimiento.
El té verde tiene muchos beneficios para la salud, como cardioprotector, neuroprotector, antiobesidad, anticancerígeno, antidiabético, antiartrógeno, hepatoprotector y beneficioso para la salud de los vasos sanguíneos. La L-teanina, un aminoácido poco frecuente en la dieta, es estructuralmente similar a la glutamina, el GABA y el glutamato. Ayuda a reducir la ansiedad y el estrés, mejora la capacidad aeróbica y aumenta los niveles corporales de testosterona, lo que puede mejorar el rendimiento deportivo.
Entre los beneficios antioxidantes del té verde se incluyen la supresión del crecimiento bacteriano, la reducción del mal aliento, el apoyo al sistema inmunológico, la prevención de la pérdida de peso y la reducción del riesgo de carcinoma hepatocelular. También tiene efectos positivos en la prevención del cáncer, el cáncer de mama, el cáncer de próstata, el cáncer colorrectal, la diabetes de tipo 2, la salud cardiovascular y la longevidad.
En resumen, el té verde es una bebida versátil y beneficiosa que ofrece numerosas ventajas para la salud. Sus propiedades antioxidantes, su contenido en antioxidantes y sus propiedades antiinflamatorias la convierten en un valioso complemento de cualquier dieta.
